Cómo ganar a un gran maestro de ajedrez
Ganar en ajedrez a un oponente superior es un verdadero reto. Si además hablamos de un gran maestro, el grado máximo que la federación internacional otorga a los jugadores, el desafío puede resultar casi imposible. En este artículo, seguramente uno de los más personales que he escrito hasta ahora (pues muestro bastantes partidas propias), te doy algunos consejos que pueden ayudarte a conseguirlo. Esta puede ser una buena manera de celebrar los 100000 seguidores que acabamos de conseguir en nuestro Canal de YouTube.
Claro que si eres un jugador de menos de unos 2000 puntos de elo, seguramente además de seguir estos consejos deberás aumentar tu nivel para que la tarea no resulte utópica. Pero igualmente muchos de los detalles que comento te servirán, en general, para enfrentarte en ajedrez a rivales superiores.
Algunas de las claves que te propongo tienen que ver con los siguientes puntos:
- Juega sin complejos
- ¡Consíguelo por primera vez!
- Los grandes maestros también se equivocan
- La iniciativa puede ser clave
- ¡Ataca!
- El chantaje de las tablas
- El maestro tiene toda la presión
- La fase final de la partida
Cada vez se tienen más en cuenta los factores sicológicos en el deporte en general y, como no, en el ajedrez en particular. En una lucha mental que se disputa en un espacio físico tan limitado tiene una importancia muy especial. Pero está claro que no podemos enfrentarnos a ningún desafío importante sin superar nuestros propios miedos. Ya te hablé de algunas cuestiones que tienen que ver con eso en el artículo Los fantasmas que sobrevuelan el tablero.
Para un gran maestro de ajedrez resulta más complicada la tarea de enfrentarse a un jugador que no tiene miedo. No te digo que te lances como un kamikaze, sino que desde el inicio estés dispuesto a ser valiente, buscar la iniciativa (de la que hablaremos enseguida), atacar (también lo comentaremos más adelante) y olvidar el elo, los títulos y todo lo que no tenga que ver con lo que ocurre en el tablero (y en el reloj).
Muchas veces los miedos no nos permiten tomar decisiones adecuadas o tomarlas con cierta rapidez, por lo que inevitablemente nuestras inseguridades tendrán como consecuencia los apuros de tiempo. Si sueles ser de esos que tienen problemas con el reloj, tal vez te ayude mi artículo Cómo evitar los apuros de tiempo en ajedrez.
Creo que la partida que muestro a continuación supuso una de mis primeras victorias ante un gran maestro. Frente a mi, el siempre creativo y fortísimo ajedrecista armenio Karen Movsziszian, quien desde hace muchos años reside y juega en España. He jugado con él varias veces, y de hecho no es la única partida suya que aparece en este artículo, como verás pronto.
He seleccionado esta partida porque recuerdo que estaba muy nervioso antes de de sentarme al tablero. De pronto, como por arte de magia, un pensamiento me reconfortó bastante: lo peor que podía pasar era que perdiera Así que finalmente me senté dispuesto a tratar de practicar mi mejor ajedrez, olvidando todo lo demás.
Atentos a la perogrullada: si no vences por primera vez a un gran maestro de ajedrez no volverás a hacerlo, Bromas aparte, siempre tiene que haber una primera vez. Y suele tardar en ocurrir. Antes es normal haberlo tenido cerca, pero haber cometido algún error de última hora con el que tirar por la borda una buena partida. Los nervios, miedos e inseguridades pueden haber jugado en nuestra contra. Suele ser habitual incluso haber aceptado algunas tablas en posiciones ganadoras, ante la tentadora oferta del gran maestro. No te recomiendo que lo hagas, no te sentirás mejor con ese medio punto sabiendo que te han timado.
Pero lo cierto es que una vez que lo consigues sabes que podrás hacerlo de nuevo y eso te ayudará mucho en el futuro. Esta fue la primera vez que le gané a un gran maestro, cuando yo ni siquiera tenía elo FIDE. Jugaba en la primera mesa de un torneo internacional, contra el número 1 del campeonato, el GM islandés Hannes Stefansson.
Los grandes maestros también se equivocan
A veces, cuando jugamos contra un oponente superior, estamos tan preocupados por no cometer errores que olvidamos buscar los del rival. ¡Mantente alerta! Todos cometemos errores, incluso los mejores jugadores. Si no me crees, echa un vistazo a este vídeo.
Reconozco que tuve mucha suerte en la partida que puedes ver a continuación. No darme por vencido y seguir luchando al máximo en una posición inferior me resultó muy útil. Mi rival pensó que había encontrado una manera sencilla y lineal de transformar su ventaja, pero una sutiles le pasó desapercibida.
Ya hemos hablado en otras ocasiones de lo importante que es en ajedrez estar al mando de las operaciones, ser el bando que crea las amenazas obligando a nuestro rival a tomar un rol más defensivo. Si te interesa el tema puedes leer el artículo Cómo ganar al ajedrez gracias a la iniciativa.
Precisamente un rival superior se va a sentir especialmente incómodo sin la iniciativa, pues no tener el mando limitará bastante su potencial.
Siempre he preferido el juego dinámico, pues me he sentido cómodo con la iniciativa. Según mi experiencia, verme tomar la iniciativa le ha resultado muy incómodo a los grandes maestros a los que me he enfrentado. Como muestra esta partida.
Esto tiene que ver mucho con el punto anterior, aunque tener la iniciativa no siempre conlleva un ataque contra el rey enemigo. Pero lo cierto es que cualquier gran maestro preferirá atacar tu rey que tener que defender el suyo frente al abordaje de tus piezas.
Esta es una de mis partidas favoritas así que no solo te ofrezco los comentarios en el visor, sino que puedes verla también en el vídeo que incluyo a continuación.
Si te enfrentas a un gran maestro será complicado que se conforme con el empate, incluso en una posición inferior. Esto te permite probar secuencias y entrar en caminos donde la mejor opción de tu rival sea repetir jugadas o permitir un final conocido de empate, incluso aunque al final no vayas a aceptar llegar a esas posiciones. Pero ese "chantaje" puede obligar a tu rival a salirse de esos caminos a riesgo de caer en posiciones inferiores.
En esta partida mi rival vuelva a ser el GM armenio Karen Movsziszian, quien con tal de evitar las repeticiones entra en una posición difícil donde había que afinar mucho para no sucumbir.
El gran maestro tiene toda la presión
La obligación de ganar solo la siente nuestro rival. Esto nos debe reconfortar. El gran maestro debe forzar u buscar los caminos hacia la victoria en todo momento. Incluso evitando líneas que puedan resultar excesivamente tablíferas, como comentaba en el punto anterior.
Tenemos que aprender a disfrutar en estas partidas de nuestra condición de no favoritos. Creo que en algún momento, en la partida que te muestro a continuación frente al GM Korneev, noté como la presión pasaba a mi rival. Yo no había sacado nada de la apertura, lo que se hizo obvio tras retirar mi alfil a d2. Pero las negras deben desequilibrar y correr con todos los riesgos si quieren desnivelar la balanza.
Muchas veces nos dejamos llevar por el desánimo y aun habiendo conseguido una buena posición sentimos que en algún momento vamos a hacer algo mal y nuestra ventaja se va a esfumar. Creemos que nuestro oponente, por ser teóricamente superior, puede hacer magia en el tablero.
Y resulta especialmente complicado superar esa última barrera y materializar nuestra ventaja en la fase final de la partida. Pero tienes que confiar en tu técnica. Por eso es tan importante estudiar finales. Tendrás herramientas para hacer valer tu ventaja en la fase final del juego.
Cuando miro esta partida me gusta ver cómo me empleé a fondo en el tramo final.
Espero que este artículo te haya servido de inspiración y te ayude a dejar los complejos frente a los rivales superiores, así como para encontrar la motivación para mostrar tu mejor juego frente a los más poderosos rivales