La increíble maniobra de Reti
La línea recta es el camino más corto que separa dos puntos. Por lo menos en cuanto a geometría se refiere. Porque en ajedrez, como vamos a ver, la cosa no es tan sencilla. Te presento hoy un final apasionante, que es probable que conozcas. Pero te animo a que avances en el artículo, pues el ejemplo de Reti es solo una pequeña parte del viaje que iniciamos hacia una de las maniobras más brillantes de los finales de peones.
La línea recta en los finales de peones
Y retomando la primera frase del artículo permite que te muestre un ejemplo que demuestra cómo en ajedrez la línea recta no solo no es el camino más corto, sino que muchas veces tampoco es el mejor. Observa el siguiente ejemplo. Blancas juegan y ganan. ¿Eres capaz de hallar el mejor camino para ganar el final?
El rey blanco gastaba un número idéntico de movimientos para capturar el a7 siguiendo la línea recta o pasando por d5. En inglés existe un verbo para esa idea de avanzar con el rey molestando al rey enemigo para que no pueda avanzar. "To shoulder" que sería algo así como "hombrear", aunque para captar el significado podríamos decir que el rey blanco se acerca al peón negro "dando codazos" al rey enemigo para evitar que se aproxime en la dirección correcta.
La esencia de la idea de Reti, que estamos a punto de tratar, se ve ya en este ejemplo de Maizelis: dirigirse a dos puntos al mismo tiempo. En este ejemplo hemos visto como el rey se dirigía hacia el peón enemigo para capturarlo, pero también se dirigía hacia el rey enemigo para "hombrearlo". ¡Perdón! Para darle codazos
Me apasionan los finales de peones porque me parece increíble que puedan existir tantas sutilezas con tan poco material en el tablero. Pero para sutilezas, las que estamos a punto de descubrir a lo largo de este artículo. Comenzando, por supuesto, por el famoso final de Reti.
La maniobra de Reti
Vamos con el ejemplo más conocido de los que vamos a tratar. Recreémonos un poco en la posición inicial.
Juegan las blancas y consiguen las tablas. Parece que están totalmente perdidas. Un rápido vistazo a la posición nos muestra unas conclusiones desoladores para el blanco.
Por una parte el peón enemigo parece irremediablemente avocado a la promoción. Nuestro rey está lejos e, incluso aunque no conozcamos el principio del cuadrado, nos daremos cuenta de que nuestro rey no llega ni aunque use un motor turbo-diesel.
Por otro lado, observar a nuestro triste peón solo sirve para que nuestra depresión vaya en aumento. Está tan solo a dos casillas de coronar, pero el rey enemigo puede capturarlo sin despeinarse.
Pero no te desanimes, simplemente estoy tratando de ser un poco prosaico.Tú ya sabes que hay alguna solución a tanto problema. Así que vamos a tratar de resolverlo.
¿Lo has resuelto? Sea como sea vamos a analizar un poco a continuación las diferentes alternativas que existen. Aunque dejemos claro algunos detalles que entran en juego en este final.
- La línea recta no es el camino más corto en ajedrez (ya lo había comentado)
- La idea básica consiste en acercarse a dos puntos al mismo tiempo.
- No definiremos hacia donde se dirige nuestro rey hasta el último momento.
- Dependiendo de cómo juegue el rival, elegiremos un camino u otro para nuestro rey.
Ahora veamos el final al detalle.
Rizando el rizo
Vamos a ver ahora el más difícil todavía. Y es que la idea de Reti, como vas a ver a lo largo de este artículo, ha dado para mucho. Lo mejor de todo será que puedas aplicarla en tus partidas, pero mientras eso ocurre no estará mal disfrutando de la belleza de los finales que se han inspirado en esta maniobra.
Para comenzar, vamos a ver qué ocurre si cambiamos ligeramente la posición de inicio. Te lo planteo cómo un problema. ¿Te animas a superar este reto? Con lo que llevamos visto ya cuentas con una buena fuente de inspiración
¿Prueba superada? Espero que sí. En cualquier caso te dejo a continuación las variantes más importantes que se pueden producir en el final.
Como has visto las similitudes de este final con el originario de Reti son enormes. Tal vez se dificulta un poco más con la presencia de algunos peones más del rival. pero la esencia es la misma y en algún momento se llega a las mismas posiciones.
Por algo he titulado este punto "Rizando el rizo". Y vamos a seguir con la idea. No me refiero a la idea de Reti, sino a la idea de rizar el rizo Bueno, en realidad también vamos a seguir con la idea de Reti...
Te animo a resolver este final. de nuevo tenemos que salvar una posición aparentemente imposible. Claro que visto lo que ya hemos visto, probablemente no te asustes por nada. ¡Adelante valiente! Vamos a salvar al blanco y conseguir ese ansiado empate.
Variaciones de la misma idea
¡Pues si que se le ha sacado jugo a la idea de Reti! Puede que estés pensando eso. Pero todavía no hemos acabado, así que prepárate...
En el punto anterior hemos visto cómo añadiendo algunos peones y cambiando algún pequeño detalle "disfrazábamos" el final de Reti. Pero en algunas variantes incluso transponíamos a posiciones del final original.
Ahora vamos a ver otros finales en los que la idea de Reti vuelve a entrar en acción. Pero esta vez habrá más diferencias. Son finales en los que no se puede transponer, así que tienen una dificultad extra para el que conoce Reti. Claro que más difícil todavía resultaría si no conociéramos el final de Reti.
Para comenzar fíjate en esta posición.
Seguro que ya te resulta familiar, pero este ejemplo si cabe, puede parecer más difícil que el originario de Reti. ¿Por qué? Porque el peón de las blancas parece estar incluso más alejado de nuestro rey. pero es solo un efecto óptico... ¿Te atreves a resolverlo? ¿Conseguirás salvar el final?
Pues seguimos recreándonos en el mismo concepto de Reti. La siguiente posición supone un nuevo giro de tuerca.
Ahora sí que parece difícil pues el rey negro solo tiene que llegar a c7 o c8 para parar nuestro peón. ¡Y solo necesita un movimiento para ello! bueno, no nos pongamos dramáticos...
Si somos fieles a la idea de Reti (dirigirnos hacia dos puntos al mismo tiempo, para definir el camino definitivo en el último momento) no tendremos tantos problemas para hallar la solución. ¡Es tu turno!
Subiendo el escalón
No es que vaya a subir un escalón en cuanto a la dificultad de los finales. Se trata de un tema que he decidido bautizar así: "subir el escalón". Y que tiene que ver con todo lo que estamos hablando. Con Reti, con ir hacia dos puntos al mismo tiempo y con partirnos de risa desde ahora cuando alguien nos diga que la línea recta es el camino más corto
Juegan blancas y hacen tablas. ¿imposible?
Pero tú ya sabes que no hay que desanimarse. Lo cierto es que ahora hay que agregar un nuevo concepto, una idea brillante que nos ayudará a resolver situaciones desesperadas como ésta. Y es que el panorama puede parecer desolador. pero eso ya lo hemos vivido en ejemplos anteriores. Lo que ocurre es que aquí cuesta dirigirse hacia dos puntos al mismo tiempo, ¿verdad?
Claro, esa es el problema. No podemos dirigirnos a dos puntos al mismo tiempo en este ejemplo. O vamos hacia un lado o hacia el otro.
A veces le comento a mis alumnos que muchos problemas, finales compuestos y, lo que más nos interesa, situaciones reales en nuestras partidas, pueden resolverse por eliminación. Sí, sí, has leído bien. Por puro descarte. Ahora después desarrollo esta idea. Pero no quiero darte más pistas... que tú tendrás que esforzarte un poco... ¡vamos allá!
¿Intuyes ya por qué he bautizado la idea como "subir el escalón"? Vamos a explicarlo con un poco de detalle.
Pura magia. Entre los ejercicios que te propongo a continuación, tendrás que "subir otro escalón".
Ejercicios
Ahora es tu turno de demostrar que este rato que llevas en leyendo este artículo ha resultado útil. ¡Mucha suerte!
Espero que te haya gustado este apasionante tema. Ya ves cuantas sutilezas pueden esconder tan pocas piezas en el tablero. Y no dudes en dejar un comentario, con tus impresiones o dudas