Maniobras horizontales que revolucionarán tu ajedrez
Ya hablamos en el artículo anterior sobre la importancia de aprender aquellos patrones de ajedrez más importantes y útiles, que al fin y al cabo serán los que con mayor frecuencia se puedan poner en juego. Entonces te hablé de toda la estrategia que rodea a la centralización de un caballo. Hoy te voy a hablar de algunas ideas acerca del aprovechamiento de las piezas mayores, especialmente de las torres, aunque también te hablaré de la dama.
Desde que nos iniciamos en el ajedrez aprendemos la importancia de las columnas abiertas y semiabiertas. Ocupación de la columna, lucha por la columna, doblamiento de torres en la columna, penetración en la posición enemiga. Son conceptos que deberían resultarte familiares. Pero de alguna manera nos aportan elementos para realizar un juego "vertical", puesto que siempre tienen que ver con las columnas.
Esto nos puede hacer olvidar o, quizás más exacto, dejar de aprender, la importancia del uso horizontal de las piezas mayores a través de las filas. Hoy nos ocuparemos de ese tema.
El juego de las torres en la primera fila
Supongo que has leído mil veces que en la apertura hay que realizar, principalmente, las siguientes tareas:
- Controlar y ocupar el centro con los peones.
- Desarrollar las piezas.
- Enrocar cuanto antes.
- Conectar las torres en la primera fila (este momento sería el inicio del medio juego.)
Una vez que hemos movido nuestra dama y las torres quedan conectadas, nos encargaremos de emplazarlas de la mejor manera. El juego de las torres en la primera fila es fundamental para encarar el medio juego con posibilidades de éxito.
Si tenemos 2 columnas despejadas, porque nos faltan un par de peones, puede ser recomendable ocupar ambas con nuestras torres.
Si solo existe una columna despejada, una torre, al menos, debería venir a ella. La otra también en caso de que doblemos torres.
Otra posibilidad frecuente de coordinar las torres en la primera fila cuando solo hay una columna despejada, consiste en llevar a ella una torre y la otra reservarla para que ocupe una posición centralizada, preferiblemente tras nuestro peón más avanzado.
Si no hay columnas despejadas, suele ser conveniente situar nuestras torres en el centro, sobre todo si tenemos los peones de esas columnas avanzados. Aquellas columnas en las que tenemos los peones más avanzados son las que puede abrirse con más probabilidad, ya que esos peones avanzados tienen más probabilidades de entrar en contacto con los peones del rival.
¿Qué torre mover?
Una de las cuestiones más delicadas consiste en tener el tacto y el sentido posicional para mover la torre adecuada en algunas posiciones. Observa la siguiente posición.
Las blancas quieren llevar una torre a la columna central abierta, lo que parece bastante lógico. ¿Cuál de ellas debe dirigirse a e1: la torre de a1 o la de f1? Puede ser que en el futuro dé igual, puesto que tal vez se doblen, tras lo que no importará cómo han llegado hasta ahí. O tampoco será relevante si la columna central para que se cambien torres. Pero de momento hay que tomar una decisión.
En este caso parece que lo más lógico es llevar a e1 la torre de f1. De ese modo no quedará una torre encerrada en f1, sin capacidad de maniobra. Y la otra torre podría ir a d1, que puede resultar bastante lógico en el futuro.
Veamos otro ejemplo.
Las blancas van a llevar una torre a la columna abierta. ¿Cuál de ellas? Aunque ambas posibilidades son jugables, parece normal llevar la de a1. No parece que la torre de a1 tenga mucho futuro en su casilla de origen, máxime teniendo en cuenta que las columnas a o b están bloqueadas y dificilmente se abrirán en las próximas jugadas. Además, la otra torre puede ser de utilidad en el flanco de rey o en el centro si las blancas se deciden a avanzar a e4 en algún momento, algo nada descartable.
Pero hay muchas excepciones...
Cuando movemos una torre parece lógico tratar de dejar a la otra con la mayor movilidad posible, como hemos visto en las dos posiciones anteriores. Sin embargo, existen muchas excepciones. A veces encerramos totalmente una de nuestras torres o la dejamos apensa con una casilla a la que mover. ¿Por qué podría ser bueno esto?
Para entederlo tendremos que pensar en qué vamos a hacer más adelante, con qué planes contamos, en qué sector se va a desarrollar la batalla. Puede ser que una torre quede con bastante movilidad, pero en un sector del tablero donde no va ser demasiado útil.
Lo entenderemos mejor con un par de ejemplos.
El GM Wesley So sonríe, a punto de coordinar sus torres en la primera fila.
El juego de las torres en la segunda fila
Aunque lo habitual es que las torres coordinen en la primera fila, existen algunas maniobras horizontales que pueden realizar en la segunda fila. No solo la conocida como doblar torres, en donde situamos una torre en la segunda fila para dejar la casilla a la torre compañera. Te hablo de una sutil maniobra que debe estar acompañada por el juego hábil de las otras piezas, que deben despejar la segunda fila para que la torre maniobre a través de ella y, en muchos casos, cambie de flanco.
Veamos algunos ejemplos.
"Voy a poner cara de chico malo para la foto"
Esta partida me ha inspirado para el vídeo que os ofreceremos esta semana en el Canal de YouTube, que ya os adelanto que estará destinado a aperturas absolutamente estrambóticas.
Pero si el paso de una torre a través de la segunda fila puede ser sorprendente, lo que hace Nicolás Rojas va un paso más allá.
No hace falta decir, que su planteamiento de apertura es bastante malo...
El paso de la torre por la tercera fila
Éste es un plan típico que seguro que conoces. Es la manera más habitual de pasar una torre al ataque contra el enroque enemigo. Y aunque una torre puede pasar al ataque por la tercera fila de muchas maneras, el aprovechamiento de toda la fila libre, desde a3 hasta h3, resulta tan geómetrico como útil en muchas posiciones de ataque. Y es que la torre de a1 suele ser la más alejada de la acción y, por tanto, ponerla en juego de este modo puede ser especialmente importante.
El GM Tomashevsky pensando "¿Cómo era esa maniobra que explicaba el Maestro Luisón?"
La cuarta fila para las damas
Si hemos visto como las tres primeras filas permiten grandes paseos para nuestras torres, ahora vamos a ver cómo la cuarta fila permite a las damas darse un paseo muy especial. Para ello, por supuesto, es preciso que se trate de una fila libre (sin peones ni piezas.) Por supuesto que también las torres podrían disfrutar semejante viaje, pero no es temático ni tan frecuente.
Espero que este artículo y las maniobras que te explico te resulten inspiradoras e instructivas. Una vez más te agradeceré que compartas en redes Y quedo a tu disposición para despejar cualquier duda, estaré atento a tus comentarios.