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Mis partidas favoritas de ajedrez clásico

Mis partidas favoritas de ajedrez clásico

Silman
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Esta serie trata de las partidas clásicas que me afectaron profundamente en mi adolescencia (a los 15 años). En general eran partidas posicionales, pues para un niño que creció con el ajedrez y las combinaciones de ataque (de los 12 a los 14), las consideraciones estratégicas quedaban atrás y por lo tanto me resultaban ajenas.

Así que cuando terminé de estudiar las partidas de Anderssen, Morphy, Spielmann, Marshall, Alekhine y Tal, decidí echar un vistazo a ajedrecistas menos extremos y ampliar mis horizontes.

Las partidas que voy a compartir pueden o no ser obras maestras; el criterio de selección es que me enseñaron una o varias lecciones importantísimas que me convirtieron en un jugador completo y mucho más fuerte. Espero que estas partidas os enseñen las mismas lecciones, mejoren vuestras nociones posicionales y os ayuden a llegar a ser mejores ajedrecistas.

La siguiente partida es algo que vi por primera vez en mi adolescencia. He de reconocer que analizar esta partida fue como un tortazo en la cara que cambió totalmente mi forma de ver los peones pasados. No solo me enseñó a bloquear un peón pasado enemigo o a retener ese bloqueo, sino que también me enseñó lo que debería hacer la parte que tiene el peón pasado.

Estos son los primeros movimientos:

Entonces, ¿de qué trata esta posición? La respuesta es que gira en torno a la casilla d6 (si puedes controlar esa casilla, el peón de las blancas no puede avanzar) y a la casilla e5 (¡Así es! Verás por qué la casilla de e5 es tan importante más tarde). De hecho, controlar la casilla de d6 es cuestión de vida o muerte.

En general, el bloqueo debería hacerlo un caballo:
Un alfil no es bueno para bloquear (por supuesto que hay excepciones) pues puede acabar siendo un peón alto:
A veces la dama puede ser buena para bloquear (Puede saltar de la casilla de bloqueo en un momento y saltar al otro lado del tablero de una tacada, provocando graves daños), pero una torre es una pieza terrible para poner frente a un peón pasado enemigo. 
Más adelante en la partida verás que el rey también puede ser una buena pieza de bloqueo (pero solo una vez hayan desaparecido las damas).

Volvamos a nuestra partida. Las negras tratarán de detener al peón de d5 colocando un caballo en d6 mientras que las blancas intentarán frenar el bloqueo.
Las negras están mejor debido al peón de d5 totalmente bloqueado (¡su bloqueo ha sido un gran éxito!) y la jugosa casilla de e5. Sin embargo, ahora las negras parecen volverse locas. ¿O no?

En caso de que pienses que un peón pasado no es tan bueno al fin y al cabo, echa un vistazo a la siguiente partida. Las negras tienen dos peones pasados conectados en a5 y b5. Sin embargo, el peón pasado de las blancas no ha sido bloqueado y, como resultado, está muy cerca de coronar. Cuando también observas que el rey de las negras ya no está seguro detrás de sus peones, deberías buscar con atención el modo de acabar con todos los sueños de las negras. 


Como puedes ver, un peón pasado en la 6ª o 7ª fila puede ser tremendamente fuerte. Sin embargo, si lo bloqueas en la 5ª fila puedes, en muchos casos, convertir el peón pasado en un lastre.

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